Imaginémonos un lago. El agua, ¿Toca las orillas de un lado y no del otro, o toca las orillas en todas partes por igual?
Al realizar una ásana, nuestra consciencia, como las aguas de un lago, deberán tocar todas las fronteras del cuerpo.
B.K.S. Iyengar, "El árbol del Yoga".
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